Nuestra escuela de inglés en Bristol inauguraba instalaciones, así que decidimos tomarnos un par de días para ir a visitar a nuestros compañeros allí y ver todo lo que nos habían contado. Nunca había estado en Bristol, y he de reconocer que después de este viaje, se ha convertido en uno de mis destinos preferidos para hacer un curso de inglés en Inglaterra.
Una de las principales ventajas de esta ciudad es la buena conexión aérea que tiene con España. Hay vuelos directos a Bristol desde muchos aeropuertos españoles, la mayoría con compañías de bajo coste.
El aeropuerto de Bristol está muy bien comunicado con el centro; puedes coger el autobús público número 121, que tarda una media hora en llegar al centro o el Expreso Airport Flyer, que pasa cada 10 minutos y te deja también en el centro de la ciudad o en la estación de trenes de Temple Meads. Aunque la forma más cómoda y rápida es en taxi. El trayecto hasta el centro te costará unas 10 libras pero ojo! si decides coger un taxi, allí no funciona lo de coger el primero que veas en la parada; tendrás que dirigirte a la “Taxi Office”, situada justo a la izquierda según sales a la calle. Allí tendrás que decir que quieres un taxi y la calle a la que vas. Te darán un papel con el número de taxi que te corresponde y el precio que le tendrás que pagar al taxista, así tienes la seguridad de que te estarán cobrando el precio oficial. Nosotros llegamos por la noche y no tuvimos ningún problema con el transporte; en 15 minutos ya habíamos llegado al centro.
Todas las residencias de la escuela estaban llenas así que desde nuestra escuela de Bristol nos reservaron habitaciones en una GuestHouse para pasar esos días allí. Nos quedamos en Brooks Guesthouse; un sitio precioso, en el centro de la ciudad, y que sirve unos desayunos impresionantes. Una buena opción si necesitas noches extras o si algún familiar va a visitarte mientras realizas tu curso de inglés en Bristol.
A la mañana siguiente fuimos paseando desde nuestra GuestHouse hasta la escuela, haciendo una parada para tomar un café en uno de los bares de los muelles que hay cerca de la escuela. La verdad es que es realmente agradable empezar el día con una buena taza de café mirando el río….Si tienes tiempo de hacerlo un día antes de entrar en clase, te lo recomiendo…
Nuestra escuela de inglés de Bristol Park se encuentra en el centro de la ciudad, en Queen Square, una bonita plaza Georgiana, que ha sido premiada con la Green Flag, una distinción que se concede a los mejores espacios verdes del país.
La escuela tiene 3 pisos. En la recepción nos atendió Ana, una chica española que había ido a hacer un curso de inglés en nuestra escuela de Bristol el año pasado y le gustó tanto que decidió quedarse allí a vivir! Y es que en la escuela se nota nada más entrar que hay un ambiente genial, tanto entre los estudiantes como con el personal de la escuela.
Allí habíamos quedado con Ingmar, el Director de la escuela; un alemán encantador!
Todas las instalaciones son completamente nuevas, con colores vivos y con mucha luz. Las aulas son muy luminosas, con cristaleras; y todas tienen pizarras blancas interactivas.
Es una escuela muy moderna y llena de detalles en la decoración: en los cristales de cada aula está escrito un verbo en inglés y sus diferentes significados, un aula es la del verbo Read, otra la del verbo Remember…. Así es mucho más fácil recordar la clase en la que estás. Otro detalle es que todos los relojes de la escuela están perfectamente sincronizados y muestran la misma hora (detalle sin duda de nuestro Director, como buen alemán que es… ), por lo que me temo que no tendrás excusas para llegar tarde!
En cada planta hay Student Lounges y zonas de descanso para relajarte y charlar con tus compañeros antes y después de clase. En el Student Lounge de la primera planta, junto a la recepción, puedes conectarte a Internet en cualquiera de sus ordenadores, tomar un café y echar un vistazo al Tablón de Actividades. Cuando nosotros estuvimos habían organizado viajes a Liverpool, Manchester y Edimburgo, clases de salsa, proyecciones de películas en la escuela; y además todas las semanas organizan fiestas. Esa semana se celebraba, con comida incluida, en TheHole in the Wall; un pub típico inglés con un jardín enorme.
Después de ver la escuela, fuimos a comer con Ingmar a un pub que hay justo al lado. En Inglaterra es muy común comer en pubs; nosotros estamos acostumbrados a verlos sólo como bares donde poder tomar una pinta de cerveza pero los ingleses suelen comer allí; y he admitir que la comida inglesa ya no es lo que era porque todo estaba buenísimo! Si algún día quieres comer como un auténtico inglés prueba a hacerlo en un pub, te sorprenderás… y además no son nada caros.
Tras la comida era hora de visitar los alojamientos. Nuestra escuela de inglés en Bristol ofrece tres tipos de residencia, según las necesidades de cada estudiante: una residencia Economy, una residencia Superior y una residencia de categoría Luxurious.
La Residencia Economy The Rackhay se encuentra sólo a 5 minutos andando de la escuela; justo doblando una de las esquinas de Queen Square. Se denomina Economy simplemente porque las habitaciones no tienen baño privado, pero las instalaciones están muy bien. Se distribuye en pequeños pisos de 5 ó 6 habitaciones individuales. En cada piso hay 2 baños, por lo que realmente sólo te tocaría compartirlo con otras dos personas más como mucho.
Justo coincidimos en uno de los pisos con una chica española y una chica suiza, que llevaban ya varios meses estudiando inglés en Bristol y aún iban a pasar algunas semanas más. Las dos nos contaron que estaban muy contentas tanto con la escuela como con la residencia, y que el ambiente en la residencia siempre había sido muy bueno. Sus habitaciones eran bastante amplias, sobre todo las camas (algo más grandes que una cama individual normal); y estaban amuebladas con un armario, una cómoda, y un escritorio. Además las habitaciones tienen conexión gratuita a Internet, así que puedes llevarte tu portátil.
En cada piso hay una pequeña cocina-comedor con TV. La cocina está totalmente equipada, y cada estudiante tiene su armario para guardar la comida.
Para entrar en la residencia necesitarás una llave electrónica, ya que no hay servicio de recepción; por eso el primer día tendrás que llamar unos 30 minutos antes de llegar para que alguien de nuestra escuela esté esperándote para darte las llaves y enseñarte tu habitación.
De camino a la Residencia Superior Phoenix Court pasamos por el St.Nicholas Market, donde hicimos una parada para echar un vistazo; ya que es un mercado especial y diferente al resto: hay un ambiente divertido, puestos de comida y bebidas, ropa, libros… Ha sido nombrado uno de los 10 mejores mercados del Reino Unido, y en él se encuentra el mayor grupo de minoristas independientes de Bristol.
Nosotros estuvimos en un puesto donde vendían chupitos (“shorts”) de frutas y sabores especiales.. por indicación de Ingmar nos pedimos el de Lima y Chili…. aunque al principio me pareció estar comiendo un limón con pimienta, la verdad es que al final esa mezcla extraña resultó estar muy buena…
En ese mismo mercado, los miércoles organizan el Bristol Farmers Market, donde puedes comprar productos locales directamente de los fabricantes: miel, queso, frutas, verduras… Aprovecha para comprar allí, porque todo es fresco y natural.
Tras coger energías con el chupito seguimos la marcha, aún nos quedaban por ver dos residencias de estudiantes.
Tan sólo unos minutos más andando, a unos 15 minutos de la escuela, llegamos a la Residencia Superior Phoenix Court, un edificio moderno justo al lado del Ayuntamiento y enfrente de Cabot Circus; un centro comercial de diseño con las mejores tiendas de moda, restaurantes, bares y cines. Así que si un día te apetece irte a tomar algo con tus compañeros, o ir a ver una película, tan sólo tendrás que cruzar la calle.
En la planta baja de la residencia está el Student Lounge principal, con sofás, TV y futbolín; y también la sala de lavandería… muy buen ubicada, pensándolo bien, porque así puedes estar viendo una película o charlando con tus compañeros mientras esperas la colada.
La Residencia Superior Phoenix Court es muy parecida en cuanto a instalaciones a The Rackhay: también se distribuye en pisos de 5 habitaciones, con una cocina para compartir. La diferencia está en que aquí todas las habitaciones tienen baño privado.
Muy cerca de esta residencia se encuentra la Residencia Luxurious Kings Square, en una zona con mucho ambiente universitario, porque de hecho la Universidad de Bristol está a 5 minutos andando. A la escuela tardarás unos 20 minutos a pie.
Las instalaciones están fenomenal y todo el mobiliario es muy moderno. En la planta baja, hay un Student Lounge muy grande con sillones y TV, y allí mismo se encuentran el cine y el gimnasio…porque sí, esta residencia tiene un pequeño cine en su interior!!
Una de las zonas preferidas de los estudiantes es la zona de juegos; tiene Play Station, billar, mesas de ping pong…aunque lo que más llama la atención es la decoración, la pintó un grafitero muy conocido de Bristol y es que en seguida te darás cuenta de que Bristol es una de las cunas del Graffiti Art.
Es una residencia muy grande y probablemente los primeros días te costará encontrar tu habitación. Para las zonas comunes no hay problema, hay indicaciones para llegar a todas partes.
Ana, la recepcionista de nuestra escuela, vive en esta residencia de estudiantes así que entramos a ver su habitación. Las habitaciones son estudios, pequeños pisos totalmente amueblados con un espacio para dormir con una cama grande, escritorio y TV, una cocina, y baño privado con ducha.
Es una residencia perfecta si vas a estudiar inglés en Bristol durante varias semanas porque tiene todas las comodidades y te sentirás como en casa. De hecho la mayoría de los estudiantes que se alojan allí son estudiantes de Asia, Suiza, Brasil… que están haciendo cursos de inglés de varios meses o de año completo; así que otra de las ventajas es el ambiente internacional que te vas a encontrar.
De vuelta a nuestro alojamiento dimos un largo paseo por la ciudad con Igmar. Nos enseñó las callecitas adoquinadas del centro de la ciudad llenas de bares y tiendas, nos habló de Glouscester Road, una zona cosmopolita de Bristol que no aparece en las guías y que sólo la conoces si apareces allí por casualidad o alguien te habla de ella; y nos llevó hasta la zona del Harbourside, que fue el puerto original de Bristol y ahora es una de las principales zonas turísticas de la ciudad con museos, bares, restaurantes…
Me encantaron los barcos-restaurantes y los “warehouses”, antiguos almacenes convertidos en galerías de arte, apartamentos de diseño…
Esa noche cenamos en un restaurante mexicano del Harbour y nos tomamos unas pintas en un típico pub inglés del centro para despedirnos de la ciudad.
A la mañana siguiente, dejamos nuestra GuestHouse para dirigirnos al aeropuerto de vuelta a casa, muy cansados pero muy contentos con todo lo que habíamos visto. Era miércoles, y nos acordamos de que estaba el Bristol Farmers Market al lado y de que nuestros compañeros de la escuela nos habían dicho que no nos podíamos ir de Bristol sin probar los famosos Pippin Doughnuts de uno de los puestos de ese mercado. Así que decidimos cogernos un par, de Cider/apple and cinnamon, y guardarlos para el viaje. Efectivamente estaban buenísimos y nos vinieron genial cuando nos entró el hambre en pleno vuelo de vuelta a casa!
Tengo muy buen recuerdo de mi visita a Bristol y me pareció un lugar perfecto para realizar un curso de inglés en Inglaterra. Es una ciudad acogedora, con mucho ambiente y con un coste de vida mucho más bajo que otras ciudades como Londres. Además quedamos encantados con nuestra escuela de inglés de Bristol Park y sus residencia, y cómo no con nuestros compañeros allí!
Si estás pensando en aprender inglés en Bristol, adelante! Yo no me lo pensaría dos veces! A mi me encantó!!
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